Confesión de un licántropo

¿De qué se lo acusa?
De haber ofendido a Dios. Mis padres me dieron un ungüento; no sé de qué estaba compuesto.
¿Al frotarte con este ungüento te conviertes en lobo?
No, pero debido a todo esto maté y devoré al niño Cornier: yo era un lobo.
¿Ibas vestido de lobo?
Iba vestido como voy ahora. Tenía las manos y la cara ensangrentada, porque había estado comiendo la carne de aquel niño.
¿Tus manos y pies se convierten en garras de lobo?
Sí; sí se convierten.
¿Tu cabeza se vuelve parecida a la de un lobo? ¿Se vuelve más ancha?
No sé qué forma tenía mi cabeza en aquel momento; utilicé mis dientes, la cabeza la tenía como la tengo ahora. He herido y devorado a muchos otros niños pequeños. (Jacques Rollet, declaración a los tribunales, 8 de agosto de 1598) (de Carlos Barbarito, Libro de sueños y maravillas, prólogo de Esther Cross, inédito)
Este breve pero estremecedor interrogatorio a un supuesto hombre lobo llegó a nuestro Buzón de Mitos de la mano de Carlos Barbarito.
1 comentario
carla -
me paresen geniales
ojal tenga la oportunidad de tenerlos
mucho exitosss!!!
antyes ke nada
tendia ke hacer un programaa!1
mucha suerte!!!