Córdoba es leyenda
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El último fin de semana del mes de noviembre de 2006, la mitad del monstruo de dos cabezas que conforman Barrantes-Coviello (en este caso la mitad llamada Guillermo Barrantes) viajó a Bell Ville, Córdoba; invitado por el IPEM 290 "Gral Manuel Belgrano", para realizar una presentación “a la cordobesa” de Buenos Aires es leyenda 2. La profesora-escritora Soledad Galvan y sus alumnos, junto con la directora del establecimiento, se encargaron de que la experiencia fuera magnífica (asado incluido). Y de aquellas tierras no sólo nos trajimos el cariño y la pasión de aquel grupo maravilloso, sino que también cargamos nuestros bolsos con interesantísimos mitos y leyendas del lugar. Uno de los relatos más impresionantes le fue revelado a Barrantes en Morrison, localidad lindera a Bell Ville (más precisamente en el IPEM 173): dos amigas inseparables habrían pactado que la primera de las dos que falleciera debería regresar del más allá para confirmarle a la otra que hay una vida después de la muerte. Tiempo después una de las chicas muere en un accidente. La otra, triste por la desaparición de su amiga, ve como pasan los días sin noticias del “otro lado”; pero cierto día, cuando, dicen, se encontraba tendiendo la ropa, recibió, al fin, la visita de su amiga muerta. La visión fue tan real que la recién llegada parecía de carne y hueso. “Allí es todo paz y armonía –le dice la aparición-. No lo olvides, porque tuve que pasar por tantas pruebas para llegar hasta aquí, que, te aseguro, me voy y no vuelvo nunca más”. Y se fue para siempre.
Nosotros, desde el “Más Acá”, le damos las gracias a todo Bell Ville, y en especial a “La Sole” Galvan (en la foto es la primera a la izquierda del “imperturbable” Barrantes) por haber hecho de este viaje un viaje inolvidable.Y para que puedan apreciar algunas de las siniestras consecuencias que provocó la visita de Barrantes, reproducimos literales palabras que fueron escritas por Soledad al nombrado escritor, luego de su mítico paso: …Va una mamá a hablar con la profe de Lengua, y le comenta que su nena, luego de tu visita, durmió una semana en la cama matrimonial del julepe que se agarró. El papá durmió en el sofá.¡Alterás el sueño familiar!
7 comentarios
nella -
G. Barrantes - V. Coviello -
Nexus -
Sole Galván -
Sebastian (Otro Seba) -
G. Barrantes - V. Coviello -
Una leyenda urbana con todas las letras. Gracias, Seba!
Sebastián -
Me alegro de la difusión de los mitos y el libro en tierra cordobesa.
Les quería comentar algo interesante que me fue contado la ulitma vez que estuve allí, mas precisamente en Villa Gral. Belgrano, durante las vacaciones de invierno del 2005 (Fiesta del Chocloate Alpino, dicho sea de paso)
Me encontraba com mi novia (actual esposa) en un hospedaje en el cual paraban cadetes de la Policia provincial que habian ido como refuerzo para el rally, que tuvo lugar esos dias en Calamuchita. Con algunos nos hicimos amigos y cenamos un par de veces juntos. Yo -fanatico de mitos y leyendas-pasé al ataque al poco tiempo de charla, pidiendo que me cuenten algunas historias. Ellos venian de pueblitos del interior cordobes y, venciendo un poco la timidez inicial (que provoca un porteño verborragico) se largaron a hablar.
Lo que hasta el dia de hoy me shockeó es una historia que tiene contenidos clásicos, cotidianos y siniestros. Un buen mito, en síntesis.
Una chica del grupo nos relató que un pueblo vecino al suyo (lamentablemente no me acuerdo el nombre, pero era para el lado de San Francisco) había, hace unos años, pasado algo terrible.
Existía un grupo folklorico integrado por gente joven -todos hombres- que recorría la provincia y la zona, tocando en eventos y peñas. Al parecer, era un grupo medianamente famoso.
En ese pueblo, los recibieron y agasajaron de noche con un gran asado. El grupo tocó y todo ok. Como recuerdo de su estadía, la gente del lugar obsequió a los artistas un cabrito entero -listo para ser asado- que los musicos llevaron en el baul de uno de sus autos.
Viajaron un buen trecho, y al llegar a otro pueblo bajaron sus cosas y abrieron el baul para sacar la res...
En lugar del cabrito trozado -que habian visto bien y metido en el baul-, encontraron el cuerpo de una chica joven, desmembrado (incluida su cabeza) dentro de la misma bolsa que contenía al animal. De este, ni rastros.
El baul habia sido cerrado con llave, y el coche no se detuvo en ningun lugar desde que salio del pueblo hasta llegar a destino.
Obviamente, la situación fue un desastre. La chica que lo contó -Esther, se llamaba- dijo conocer a uno de los artistas del grupo, un pibe que quedó mal y en tratamiento, incluso con ayuda del párroco del pueblo.
Lo que puedo decir es que la flaca lo contó como si te dijera que llueve, de manera muy normal, aunque con el "respeto" propio de cuando se habla de algo paranormal. Se notaba que ella misma lo creía.
Y yo le creo. Eso hace a un mito.
Espero que le hayas gustado el tema.
Un abrazo
Sebastian